Probablemente hoy sea de los días más felices de mi vida al igual que para Lucía, Ana, Carmen, Conchi, María, Antonio, Enrique, África, Carmen, Alba y Paqui. Mi más sincera enhorabuena a todos ellos porque por fin pueden celebrar su plaza, fruto del esfuerzo, dedicación y entrega de los últimos años. Ha sido muy duro, pero como les advertí desde el primer día “nadie dijo que opositar fuera fácil”.
Gracias a ellos he vuelto a comprobar que el tesón, la constancia y el espíritu de superación son la clave para alcanzar todo lo que nos propongamos en nuestra vida. También quiero expresar mi admiración hacia sus compañeros que, a pesar de no haber conseguido su propia plaza, han sabido alegrarse por ellos de todo corazón. Precisamente esto último sea lo que más valoro de esta gran experiencia, pues, si tuviese que quedarme con una sola impresión de esta convocatoria, sin duda sería el compañerismo y la buena energía que inundaban cada conexión que mantenía con ellos.
Muchas gracias a todos por estos meses, habéis conseguido demostrar que el esfuerzo merece la pena.
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